Me seduce hasta el delirio
tu cuerpo moreno
como brasa candente
va encendiendo el deseo.
Sube por mis venas
mucho mas allá del cielo
donde solo existes tú
y desaparece el tedio.
Me seduce la bravura
del mar negro de tus ojos
donde sin proponértelo
abres todos mis cerrojos.
Parece que me están llamando
con un canto embrujado
diciendo que mi lugar
es tan solo a tu lado.
Me seduce cuando me duermo
saber que estás a mi lado
como un ángel moreno
mi guardián, mi carcelario.
Entibia todos mis fríos
la calidez de tu aliento
llevándome por laberintos
donde me pierdo y me encuentro.
Me seduce todo de ti
pero más que nada tu ternura
y las mil formas que conoces
de anclar tu brazo a mi cintura.
Entonces nada me asusta
ni el mas fuerte de los vientos
pues tengo por escudo de vida
la fuerza de este sentimiento.
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