Todos los espacios
que él me ha concedido
por derecho son míos.
Se los canjee por un seno
o por mi muslo izquierdo?
Ya no lo recuerdo.
Siempre fui suya, suya por entero
aunque él lo ignorara
como ignora las hojas el viento.
Todo se lo hubiese dado
por sucumbir en el horizonte
del castaño racimo de su mirada.
del castaño racimo de su mirada.
Y a cambio lo juro,
no le hubiese pedido nada...