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sábado, 24 de noviembre de 2012

LO QUE CALLA...



Ya no volveré a pedir 
que me bañes con palabras.
Ni que me recorras con ellas
desde la piel hasta el alma.

Dejaré que me resbale tu silencio
cómo roca azotada por el mar.
 No deja de brillar el firmamento
por estrellas que han dejado de alumbrar.

Ya ves las diferencias siempre asoman
por mas que las queramos ocultar.
Yo espero ternuras de mil formas
mientras tú quieres silencio para amar.

Las lágrimas que viste derramadas
son las últimas que te he de regalar
esta noche les he puesto la aldaba
cerrando este ciclo triste de esperar.

Soy letras, lo dije en un poema
no conozco otra forma para amar
Y me siento de este cuerpo prisionera
si le niegas su motivo más vital

Yo no tuve la opción para escoger
 al nacer traía en mis labios su sabor
por eso cuando me quieres tu mujer
las espero de tus labios y de tu amor.


2 comentarios:

Pili Ruiz dijo...

Amiga mía muy bonita entrada con la que me identifico totalmente.

Quien desea el silencio para amar que se ponga frente a un espejo y se ame a si mismo en silencio, pues hemos sido dotados del sentimiento para entregarlo y compartirlo en fusión, de la voz para cominicarnos u poder decirnos lo que sentimos, y de la presencia fisica para poder acariciarnos frente a frente.

Precioso tu poema, me ha gustado mucho.

Un beso y feliz día

luciernaga_poeta dijo...

Gracias Pili, las mujeres en su mayoría somos auditivas y nos gusta y nos motiva el amor verbalizado. El silencio es bueno en ciertos momentos sin embargo letal a la hora de amar.
Un abrazo entrañable para ti y mi gratitud por tu comentario y visita.

Cecy