Me sorprende con un ramo de ternura
encintado en un lazo de humildad
y me deja toda el alma sobre espumas
dando giros de genuina libertad.
El reafirma la grandeza de los gestos
no importando cuanto pesan de verdad
y que siempre vale más un solo hecho
que puñados de promesas por llegar.
Con un lápiz me dibuja el mundo entero
en suaves trazos de color cordialidad
y castillos donde existen duendes buenos
que traviesos juegan en la oscuridad.
Es del árbol de mi vida el fruto bueno
el que tarda un poco más en madurar
pues al sol de la experiencia bien sereno
va endulzando lo que luego va a entregar.
Me sorprende cuando rompe junto al alba
mi nocturna tristeza y ansiedad
y aligera tanto el peso de mis alas
invitándolas en sus cielos a volar.
Y me guía junto a él por mil senderos
compartiendo junto a mi su claridad.
En las nubes me ha escrito "compañeros"
para siempre... para la eternidad.
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