Hay días que la vida nos sorprende
y al despertar todo está al revés
se nos suman tontos incidentes
poniendo a prueba nuestra escasa sensatez
Y quisiéramos gritar paren al mundo
que en la próxima bajada me bajo yo
y soñando con deshacer todos los nudos
continuamos en el sube y baja del yo-yo.
Es entonces que me paro a meditar
en el sentido del desgaste cotidiano
del porqué dejamos como asunto secundario
el camino de la verdadera felicidad.
Las pequeñas grandes cosas que tranzamos
a cambio de una supuesta libertad
o ese enorme precio que pagamos
por un tiempo de tan mala calidad.
Hay días...
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