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jueves, 25 de abril de 2013

QUIÉN?...



Y si decido el naufragio 
en el torrente de tu tristeza
¿quién podría juzgarme?.

Quizás el olvido con sus alas fracturadas,
o el viento que arrastra las hojas
mientras los dedos del otoño
extiende sus falanges
atrapando el color ocre de la tarde.

Sólo ellos que conocen de destierros
y llevan por esencia la pérdida
con su estela de abismos infinitos.
Sólo ellos amor, sólo ellos,
al resto no se lo permito.

Que no se yergan jueces en mi causa
los débiles desde sus tronos de paja.
Ni el junco que se dobla, ni la espiga,
que si algo se ha ganado mi alma herida
es el  derecho a ser juzgada por quién conozca
la verdadera dimensión de sus heridas.

2 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Bello poema.
Tienes un espacio càlido, un gusto visitarte.
Cuando quieras te espero por mi Blog.
Cariños.

luciernaga_poeta dijo...

Muchísimas gracias, ya te he visitado, un placer visitarte y recibirte aquí también.

Cecy