Yo nunca entendí nuestra alianza
ni su forma de mantenerse a flote
entre olas de furiosas marejadas
y vientos derribadores .
Tampoco supe la razón de la lluvia
golpeando hasta romper las ventanas.
convirtiendo los cristales en lágrimas
convirtiendo los cristales en lágrimas
que desteñían del amor su trama.
Que profecía no escuchamos entonces
que augurio nos encontró a ojos cerrados.
Tal vez confundimos las señales
y el ángel no era del amor...
...si no, el de los finales.
...si no, el de los finales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario