Seguidores

sábado, 8 de septiembre de 2012

VIDA...



Vida 
que en la edad 
mas tierna
mordiste mi inocencia
y clavaste 
tu veneno en ese beso
quebrando las alas 
a mis sueños.
No sucumbí ¿recuerdas?
y seguí tambaleante  
por tu senda.
A pesar de la escarcha
brotó en mi la primavera
derritiendo miedos 
que anclaban
mis raíces a tus suelos.

Crecí con el ímpetu 
de tus vientos
golpeando mi corteza 
y mis cimientos.
Y aquello 
que pudo debilitarme
me dio fuerzas 
al momento de enderezarme.
Conocías cada una  
de mis esquinas,
mis fortalezas 
y mis miserias;
por eso me coronaste 
de espinas
sin mostrar piedad 
ni indulgencias.

Bebí de tu vaso 
la hiel más amarga
mientras  las lágrimas 
me limpiaba.
Volví a levantarme, 
enderecé mi espalda
y logré que la risa 
me habitara.
Allí regresaste
por la flor y sus pétalos
como abeja 
buscando mi centro.
Libando de mis labios 
el beso
a cambio de aquel 
mismo veneno.

Vida, 
no me quieras 
bajar de  tu cruz
ni me arranques
 de la carne los clavos
Sólo pido 
no me niegues la luz
ni las fuerzas 
para vivir tu calvario.