Ellos miran el mañana
desde los ojos del desconsuelo
y van junto a sus miradas
las esperanzas a ras de suelo
Sienten que algo les arrancan
desde el mismo centro del pecho
Sentencias que al alma desangran
vulnerando sus derechos.
Hay quienes en impunidad
cortan a otros de cuajo los sueños.
Despojándoles de su dignidad
sólo de tristezas les hacen dueños.
Las tijeras de la injusticia
dejan al pobre aún mas desposeído.
Con traje hecho a medidas políticas
le visten cada vez más raído.
Será que aquellos que dan las cifras
desconocen el sabor del hambre
y juegan como en una rifa
quien da o recibe el palo mas grande.
Y va creciendo como un incendio
el descontento dentro del pueblo
Buscándole al mal remedio
muchos creyentes van maldiciendo.
Cómo moscas atrapadas
por las redes de una araña
así se sienten atadas
las manos de toda España.
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