Siempre estuvo lejos
y a la vez tan dentro
que al solo cerrar los ojos
podía sentir su aliento.
Para él desnudé mi cuerpo
y tejí trenzas de besos
que caían como cascadas
derramadas sobre mis senos
Tatué mi muñeca izquierda
corté sin más mi cabello
y fue solo por él lo juro
que rieló la luna en mi sexo.
Cuatrocientas cincuenta y ocho razones
me poblaron de sentimientos
a cambio, sus puntos cardinales
tapicé de mis momentos.
Llegó la tarde apagando soles
en el ocaso de un "te quiero"
mientras mi corazón zozobraba
en las corrientes de sus versos.
Solo por el ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario