Seguidores

jueves, 23 de febrero de 2012

EL HIJO...





Hundí los dedos
entre los recuerdos
buscando un retazo de ti
algún desgarro de tela
o un hilo que vencido
dejase un roto en la manta
con la que de bebé te envolví.


Y hallé tu olor aún latente
y escuché tus primeros sonidos
vi tus manitas alzadas
acomodado en mi nido.

Volví a brindarte mi pecho
y el alimento fluía
llenando tu pequeño cuerpo
de amor a raudales y vida.
Cuántas noches de desvelo
cuántas nanas cantadas
arrullando tu dulce sueño
todas las estrellas callaban.

Hoy eres tú quien se esconde
de mi maternal mirada
dices que ya eres un hombre
y de aquí no te hace falta nada
Te abro las puertas del cielo
para que emprendas tu vuelo
Si fui el arco y tu la flecha
que Dios sea el arquero.



No hay comentarios: