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lunes, 1 de agosto de 2011

EL AMOR...


Llegó 
parpadeante
el amor
con destellos
cegando los ojos
Me atrajo
cual metal
a su imán
y le abrí
sin dudar
mis cerrojos.

Se hizo dueño
de todos 
mis tiempos
succionando
de mi flor
la alegría
Y le di
mis mejores
momentos
sin temor
le entregué
hasta la vida

Por seguirle
replegué 
mis dos alas
Le ofrecí
lo mejor
de mis suelos
Caminando
a su vera dejaba
enterradas
mis ansias 
de vuelo

Olvidé
que el amor
se equivoca
 puede herir
la carne 
y el alma
Cómo  espinas
que lleva 
la rosa
dañando
a quien 
quiera tocarla






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