Nunca sabré si me encontró
o si yo le encontré a ella
si estarían trazados los caminos
o si todo es simple coincidencia
Lo cierto es que sentí un déjá vu
cuando le vi por primera vez
Y supe que conocía su luz
pues en mi había una parte de ella
La sensación de sanidad comenzó
al momento de entrar allí
donde todo es entrega y amor
de la maestra hacia el aprendiz
Y vamos ávidos de conocimiento
con la humildad que nos da el hambre
Despertando la conciencia del momento
buscando el alma dentro de la carne.
Ella está atenta de cada movimiento
cómo la planta mientras crece la oruga
y nos proporciona de su propio aliento
sosteniendo nuestra energía con su ayuda
Desde su fuente de sabiduría nos regala
aguas que nos purifican y nos bañan
y florecen en los áridos desiertos
semillas de luz que dormitaban.
Que el eterno sol te ilumine
y el amor, te rodee
Y la luz clara e interior
guíe tu camino...
Sat Nam Karin
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