Sigues prendido en mi
cómo de la higuera el higo
tu sombra , tu piel tu aroma
caminan siempre conmigo
Te fundes en el ocaso
junto al sol de la tarde
Allá horizonte abajo
ecos de nostalgia arden
Parecen encendidas brasas
que gritan al mar sus penas
El las escucha y abraza
llevándolas hasta la arena
Allí ya diseminadas
en partículas brillantes
vuelven a ser besadas
por labios de sol quemante.
Huellas de blanca espuma
quedan sobre el recuerdo
mientras tu sombra muda
muerde mis pensamientos
Sigues prendido en mi
y a todas partes te llevo
abrigando con tu calor
las largas horas de invierno.
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