Que incondicional motivo
mueve este sentimiento
y le hace sumiso cautivo
del vaivén de tus vientos
A veces elevado en el cielo
serpentea cómo una cometa
jugueteando tan lejos del suelo
desconociendo tormentas
Y otras a ras del piso
polvo y ceniza mezclado
residuos de un olvidadizo
y esplendoroso pasado
Siempre la faz serena
aunque el alma le llore
y sienta que por sus venas
el dolor la fuerza corroe.
Que incondicional motivo
le lleva a seguirte los pasos
sólo basta de ti un silvido
y fiel corre a tus brazos.
Nunca te desconoce
cómo un perro a su amo
por más que reciba azotes
siempre lamerá su mano
Se mostrará feliz en tu éxito
llorará contigo el fracaso
de tu respiración será hálito
y sol que alumbra tu ocaso
Que incondicional motivo...
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