El amor estaba latente
brillaba su espléndida faz
cómo brilla la luna en creciente
en su sueño de ser circular.
Las nubes del mes de Diciembre
los vientos, quizás la humedad
vinieron a mover sus cimientos
haciéndole trastabillar.
De pronto la vida dio un vuelco
de un entero quedó la mitad
en pedazos el amor por el suelo
destrozado cómo un pez de cristal.
Las calles anunciaron el duelo
hasta el mar quiso entonces llorar
y el verano que estaba de estreno
trajo lluvias en su pálido ajuar.
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