Ese beso que en los labios aún quema
derritiendo las escarchas del recuerdo
se ha adherido a mi carne como hiedra
y le ha vestido con encajes de deseo
Ese beso inquietante y libertino
me desnuda sin pudor los sentimientos
embriagando cual si fuese el mejor vino
me consume en su calor a fuego lento.
Ese beso que blanquea mis pecados
juguetea en la espuma de mis mares
espirales de coral le han coronado
y han juntado sus aguas con mis sales.
Ese beso posesivo y travieso
va marcando como un sello mis deslindes.
Indeleble con su tinta deja impresos
con su nombre mis lugares más sensibles.
Ese beso goloso y siempre hambriento
insaciable, bebedor y pendenciero
me ha enseñado el misterio de los tiempos
con su huella, caracol a paso lento.
Ese beso...
Ese beso...