Y quien nos iba a decir
que la vida daría giros
elevando la realidad
como hojas en un remolino
Que nos dejaría de frente
a las puertas de un mismo destino
temiendo pestañear
por temor a diluirnos
Y quien nos iba a decir
que después de tantas tristezas
con la felicidad plena
nos sentaríamos en la misma mesa
Mojaríamos nuestro pan en su salsa
nos embriagaríamos con su vino
y luego sin mas tardanzas
seguiríamos nuestro camino
Quien nos iba a decir
sin que lo tildáramos de loco
que el amor nos aguardaba
con su color mas esplendoroso
Subiendo desde las raíces
hasta posarse en las copas
dando al follaje matices
arrebolados como tu boca
Quien nos iba a decir...