Me cimbro en tu cuerpo
son viento tus manos
al solo contacto
doblegan mi tallo.
Mi alma de espiga
madura sus granos
bajo tu mirada
de sol en verano.
Todas las caricias
se vuelven milagros
y nace de un beso
un cielo estrellado.
Casi sin notarlo
de nuestros costados
han crecido alas
y estamos volando.
Silencios arriba
vamos abrazados
el cielo se acerca
estamos temblando
de pasión y amor
ambos embriagados
la muerte y la vida
prendida en los labios...
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