"La niña María ha salido en el baile
Baila que baila que baila
y si no lo baila castigo le darán.
Por lo bien que lo baila hermosa Soledad
salga usted, que la quiero ver bailar"
Y la historia continuó así, si no baila, castigo.
María cede hasta que despierta
y decide olvidar el ritmo.
En libertad como los pájaros
igual que el viento, el mar y el río
María sonríe mientras da giros.
Y en espirales de nueva vida
abre sus alas corriente arriba
ya no le importa cálido o frío...
... María siente, - el ritmo es mío.
2 comentarios:
Bella poesia.
Gracias Antonio, que tengas un bello jueves.
Cecy
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