Cómo una madeja
de enredadas hebras
contigo me enredo
con brazos y piernas
Con anclajes de algas
y anudadas redes
sobre agitadas aguas
mi cuerpo se mece
mi cuerpo se mece
Y eres la ola
que rompe en la roca
y luego la viste
con tules de novia
Abriendo una puerta
que lleva hasta el cielo
tus besos me elevan
sin alas del suelo
Tus curvas me ofrecen
un nido perfecto
calzando los cuerpos
en cóncavo y convexo
La piel que me cubre
de bronce y de hierro
se funde en la fragua
ardiente de tus dedos.
Jadeando por aire
de la luz regreso
bajando en escalas
de acordes perfectos
Los ojos cuajados
de mil sentimientos
se buscan, se encuentran
hablando en silencio.
Yo vuelvo a tu abrazo
te arrulla mi cuerpo
rendidos y felices
nos encuentra el sueño.
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