Yo nombré niebla
y tu amor apareció
con todas sus humedades
con todo su frío interior
En él hice mi nido
allí derramé mi calor
allí derramé mi calor
más hay fríos perennes
que no calienta ni el sol.
Te desgarré y me desgarraste
hurgándonos el dolor
apostamos todos los sueños
al número perdedor.
Y aún así te llamo ternura
y tú me sigues llamando amor...
5 comentarios:
Profundas letras, bello poema, es un placer leerte poeta.
Tantos años amiga, que alegría verte aquí. Recibe un caluroso abrazo .
Cecy
Unos versos desgarrados pero muy hermosos. Me gusta tu blog y siguiendo la recomendación de Ambar, me quedo en él.
Saludos
Gracias por pasar y dejar tu huella Julia. Saludos a Ambar.
Buen fin de semana
Publicar un comentario