Pasé nuevamente por la calle
donde las flores me hablaban
esa tarde que conté los pasos
después de llevar tu carta.
Recuerdo que los geranios
a mi paso cuchicheaban
mientras blancas madreselvas
el aire de dulzor perfumaban.
Cómo aquella tarde
el sol hoy también calcinaba
pero eran otras las flores
y otras también mis pisadas.
Donde se habrán ido aquellas
que ese día me hablaban?
Sabrán que la calle entristece
desierta de sus palabras?
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