Cuantos hay que llevan
el dolor por bandera
sin haber bebido su hiel
ni rozado su perfil siquiera.
Pero tú has dormido con él
y sentido sus dentelladas
desgarrando tu piel;
hiriendo, rasgando a jirones
el presente y el ayer.
Te levantas cómo Lázaro de la muerte
siguiendo la senda trazada
Una estrella tatuada en tu frente
y la fuerza de hembra en la mirada.
Tienes el orgullo de la cicatriz
constatando la verdad de la herida
y un grito de guerra desde tu matriz
te dice !no te des por vencida!
Sobre los bravíos mares
pusiste tu barca a la deriba
sin timón , sin vela ni amarres
pues la vida es sin garantías.
La emoción me embarga al nombrarte
Patricia, mi hermana, mi guía.
Mis letras quieren homenajearte
por tu valor, tu temple y tu osadía.
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