Montaña abajo cual río ciego
perdido el cauce de su caudal
ya desbordado sin ni un sosiego
buscaba un sitio donde aposar.
Y halló planicie allí en tu medio
o más bien dicho en tú mitad
corriente arriba desde tus sueños
verdeó lo seco con su humedad.
Cálidos vientos se refrescaban
en los espejos de su lunar
y hasta la tarde mojó sus labios
resquebrajados de soledad.
Montaña abajo siguen corriendo
las aguas claras buscando el mar
repiqueteando cual cascabeles
cantan sus sueños de dulce y sal.
2 comentarios:
bella poesia.
Buen Domingo.
Que tal Antonio, un placer recibirte en mis letras.
Buen domingo para ti y gracias por pasar.
Cecy
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