Mi capitán,
usted no me
debe temer,
debe temer,
no pretendo atraparlo
en mi red
en mi red
o venderle a plazos
una felicidad esquiva.
una felicidad esquiva.
Mucho menos
regalarle lunas de baquelita.
Solo quiero descansar
en su orilla
regalarle lunas de baquelita.
Solo quiero descansar
en su orilla
y calmar en sus aguas
mi sed.
mi sed.
Llamarle amor
sin mayores prisas
sin mayores prisas
y usar su ancla
una que otra vez.
Puedo vestirme de mares
una que otra vez.
Puedo vestirme de mares
solo para que
navegue usted
navegue usted
y usar una blusa de puerto
desde donde puedan
zarpar los miedos.
zarpar los miedos.
No se asuste si el viento
le grita que le quiero,
le grita que le quiero,
o si desorienta
el destino de su navío,
el destino de su navío,
el circuito cerrado
de mi ombligo.
de mi ombligo.
Recuerde que
un cuerpo de mujer
un cuerpo de mujer
a veces puede ser
un laberinto.
un laberinto.
Pero el mío,
que es casi suyo
que es casi suyo
le quiere ofrecer
algo distinto.
algo distinto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario