De las paredes cuelgan
tantos recuerdos
las calles y sus esquinas
también me hablan
los árboles de mi barrio
y hasta el asfalto
me dicen que no se olvidan
de nuestros pasos.
Y casi cómo un milagro
húmedo de nostalgia
cobran vida tus labios
sobre mi espalda.
Domingo de otoño ocre
en mi hemisferio
vuelan mis pensamientos
a tus almendros
Allí en lluvia de pétalos
cubriendo el suelo
están mis besos regados...
...!ve a recogerlos!.