Yo conocí la vida
jugueteando entre las olas
capturando perlas salinas
con las que bordaba la niñez y sus horas
Crecí con la libertad a mi alma adherida,
alas invisibles me elevaban del suelo.
Creí más de una vez ser golondrina
y volé en busca de veranos eternos
Abandoné los nidos de las cornisas
me uní en vuelo libre a las bandadas
encantada por músicas, colores y risas
hasta que llegué a posarme en tu ventana
Allí estabas, con la bondad en tu mirada,
abrazabas un ángel vestido de niña,
y yo que era una simple golondrina,
ante aquella escena de amor, quedé extasiada.
Regresé muchas veces en tu busca
y de mirarte jamás me cansaba
parecía nutrirme tu imagen,
no sólo el cuerpo, si no también el alma
Nunca supe que hadas se confabularon
pero llegaste hasta mi puerta sin ser llamado,
el corazón de sólo verte daba mil saltos
finalmente nuestros caminos se cruzaron.
Yo conocí contigo la libertad tan buscada
y aprendí que el amor es quien puede brindarla
no la contiene la risa, ni las cosas anheladas
sólo se puede alcanzar al amar y ser amada.